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¿Por qué es importante la inversión sostenible?

¿Por qué es importante la inversión sostenible?

Por justicia social:

Tradicionalmente se ha atribuido a los Estados y organismos supranacionales la
responsabilidad de velar por la justicia social y el fin de las desigualdades económicas.
Hoy día, y gracias a, entre otras cosas, la evolución digital en la que nos vemos inmersos es
posible la búsqueda de una sociedad más justa con mayores oportunidades para que todos
participemos en la justicia distributiva de Aristóteles (lo justo o correcto en la distribución de
bienes de una sociedad) dentro del sistema capitalista, girando hacia un capitalismo
consciente.

El capitalismo consciente (término acuñado por John Mackey y John R. Sisoida) se basa en los
principios del capitalismo tradicional: el intercambio voluntario, el emprendimiento, la
competencia, la libertad de comercio y la regla del derecho. Pero, además, integra valores
como la confianza, la compasión, lo colaboración y la creación de valor.

Por rentabilidad económica:

Muchos inversores tradicionalmente han sido escépticos ante la inversión socialmente
responsable considerando que podrían sacrificar rentabilidad. Pues bien: está demostrado que
a largo plazo, las compañías que cumplen con buenos criterios de gobernanza, sociales y
medio ambientales tienen una rentabilidad, cuando menos, igual a la de aquellos que no los
cumplen. Además, en periodos de incertidumbre, caída de mercados financieros,
incorporación de nuevos actores en el mercado, etc, lo hacen mejor. Y es que, son compañías
gestionadas de manera más prudente, con mayor estabilidad de ingresos y con plantillas más
fidelizadas, entre otros factores.

Por rentabilidad empresarial:

Está demostrado que las empresas que tienen en cuenta no sólo al accionista sino a todos los
actores relacionados con la misma (stakeholders) y que persiguen la consecución de beneficios
empresariales fomentando el buen gobierno corporativo y la influencia positiva en su entorno
social y ambiental obtienen a largo plazo:

  • Mayor alineación intereses
  • Mayor Rentabilidad sobre capital invertido
  • Menor volatilidad
  • Menores quiebras
  • Mayor inclusión
  • Mayor innovación
  • Mayor tasa retención empleados
  • Negocios más globales

Por nuevo paradigma:

Nos encontramos ante un nuevo paradigma, una sociedad envuelta en cambios constantes. Y
las empresas y el mundo de la gestión de activos no es ajeno.
La sociedad demanda cada vez más empresas con propósitos trascendentes, no pensar en el
corto plazo y llevar a cabo un liderazgo consciente.

Por entorno regulatorio:

Nunca habíamos visto un movimiento tan coordinado en todos los ámbitos de la sociedad
abogando por la inversión sostenible.


La Comisión Europea en el cumplimiento del Plan de Acción “Financiando el crecimiento
sostenible” publicó en marzo de 2018 un conjunto de medidas legislativas que forman la base
de un marco armonizado para asegurar la integración de las consideraciones ASG
(ambientales, sociales y buen gobierno) en todo el sector financiero y, de este modo,
transformar la economía europea hacia un sistema circular, ecológico y viable.


Los objetivos de este plan de acción son: i) reorientar flujos de capital hacia la inversión
sostenible, ii) gestionar los posibles riesgos financieros derivados del cambio climático, la
degradación del medio ambiente y aspectos sociales y iii) impulsar la transparencia y el largo
plazo en las actividades económicas y financieras.