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Un año especial

Un año especial

Y se preguntarán: ¿no lo son todos? Pues parte de razón no les falta, pero es que en Portocolom creemos que 2021 ha sido otro año para el recuerdo. Y no, no va a ser por la manida pandemia, que también, sino por todas las cosas positivas e importantes que han sucedido a lo largo de estos meses en la familia Portocolom, familia que ha crecido en número, con tres incorporaciones, y que ha aumentado su gama, capacidades y calidad de servicio para dar respuesta a las necesidades y demandas de nuestros clientes.

Ese crecimiento familiar también se ha producido por la parte y tipología de cliente, con nuevas incorporaciones tanto por el lado institucional como privado.

En cuanto a la tipología de servicio, nuestra transformación en 2020 en Agencia de Valores nos permitió incorporar la gestión discrecional de carteras y la recepción y trasmisión de órdenes (RTO) al servicio de asesoramiento que ya prestábamos. Esto se traducía, como hemos podido comprobar este año, en un mayor valor añadido y eficiencia en coste para nuestros clientes, así como una mayor agilidad por eliminación de burocracia.

En lo que se refiere a Sostenibilidad si echamos la vista atrás, hace tres años que el proyecto a largo plazo de Portocolom de ayudar a nuestros clientes a alinear su misión con sus objetivos financieros echó a andar. Y nuestra primera referencia a las inversiones con sentido en las notas semanales tuvo lugar en febrero de 2019. Nuestro punto de partida fue explicar en qué consistía cada tipología de inversión sostenible, argumentar por qué la sostenibilidad era mucho más que una tendencia, y ponernos a trabajar en demostrar que cumplir con el trinomio rentabilidad – riesgo – impacto es posible.

Desde entonces, han sido muchos los catalizadores externos que han hecho que hoy día nadie dude de la importancia de revisar el modelo económico social actual, integrando a todos los actores implicados en la toma de decisiones, y que hay que dar pasos en firme para avanzar hacia un mundo donde los aspectos relacionados con el ser humano, la biodiversidad y el planeta se pongan en el centro de la toma de decisiones si queremos seguir manteniendo un crecimiento sostenible en el tiempo. Es lo que conocemos como capitalismo consciente.

Por otro lado, hemos seguido avanzando en nuestro modelo de análisis de cómo las compañías están llevando a cabo esfuerzos para adaptar sus modelos de negocio a este nuevo paradigma económico. Además, seguimos trabajando en contrastar lo que las empresas dicen que hacen, gracias al reporte de información no financiera, con lo que realmente hacen, apoyándonos en la tecnología y la inteligencia artificial. Gracias a este desarrollo este será el tercer año en que nuestros clientes pueden conocer, no sólo cuál ha sido la rentabilidad de sus inversiones, sino cuál ha sido su contribución a la mejora de la sociedad y el planeta a través de un informe de impacto personalizado para cada cliente.

También hemos invertido en más de 9 fondos de impacto con vocación de largo plazo, apoyando a empresas con impacto en los sectores de inclusión social, financiera, vivienda social y asequible, educación, salud y cambio climático. Hemos contribuido al desarrollo de una comunidad financiera más consciente de la importancia de aplicar la inversión sostenible desde una perspectiva responsable: es importante que actuemos rápido para atajar los grandes retos a los que nos enfrentamos, pero dar tiempo a empresas y sociedad a que sean capaces de comprometerse de manera real y a futuro con la sostenibilidad. Hemos participado en distintos foros internacionales con el objetivo de crear una comunidad inversora potente y unida. Porque como dice el Papa Francisco en su libro Soñemos juntos: el camino a un futuro mejor, “para soñar otro futuro posible, tenemos que elegir la fraternidad por encima del individualismo como nuestro principio rector.”

Respecto a los mercados financieros, 2021 ha estado marcado por el apetito por el riesgo como lo demuestra el hecho de que los principales índices de renta variable norteamericanos cierran en máximos o cerca de los mismos y con importantes revalorizaciones. El índice S&P500 registra una revalorización del 28%, y algo por encima se encuentra el tecnológico Nasdaq. En Europa, las ganancias del Eurostoxx 50 superan el 20%, con España nuevamente a la cola del pelotón con subidas de tan sólo un dígito (7% aproximadamente). Un año donde la inversión pasiva ha vencido en términos generales a la inversión activa tanto en lo que se refiere a flujos de fondos como a rentabilidades. En este último aspecto, hay que destacar los cambios que se han ido produciendo a lo largo del año desde valores de crecimiento a valor (value en terminología anglosajona) y viceversa. E igualmente destacable es como el fuerte tirón que registran los principales índices, se concentra en menos valores de lo deseable. Y dentro de la fiesta de la renta variable, el patito feo ha sido la renta variable china, que ha venido muy condicionada por los bandazos regulatorios de las autoridades chinas, así como por el enfriamiento de su economía, que ha terminado por generar una importante crisis en el sector inmobiliario.

En renta fija, la deuda soberana ha registrado un repunte de rentabilidades, mientras que la deuda corporativa continuó registrando un estrechamiento de diferenciales. El bono americano a diez años ha pasado del 0,92% anual a comienzos de año al 1,48% actual, mientras que la rentabilidad del bono alemán a diez años ha pasado del -0,57% al cierre del 2020 al -0,25% actual.

En materias primas, el petróleo ha liderado las ganancias con subidas superiores al 50% en el año, y provocando que los temores a inflación fueran en aumento. Pero dentro de los diferentes activos, sin duda, una de las mayores sorpresas la encontramos en el comportamiento del USD en el mercado de divisas. Cuando el consenso generalizado apostaba por una depreciación de este, el USD se ha apreciado contra todas las divisas, pasando en el caso del Euro de cotizar a 1,222 a 1,133. Esta fortaleza del USD se ha dejado sentir en las economías emergentes, una de las grandes apuestas a comienzos de año en la visión de consenso de mercado.

Sin duda 2022, será un año apasionante, por el posible cambio de actitud de los bancos centrales ante el repunte de inflación.   

Y terminamos 2021 como lo empezamos, por un lado, agradeciéndoles que un año más nos permitan ser sus compañeros de viaje y, por otro, con nuestro firme compromiso de seguir trabajando en la realización de ese sueño en el que todos formamos parte, clientes, empleados, proveedores, comunidad y entorno/medio ambiente, y que no es otro que ayudarles en poner su patrimonio al servicio de sus valores y objetivos.

Les deseamos un muy feliz y próspero 2022.

El presente informe no presta asesoramiento financiero personalizado. Ha sido elaborado con independencia de las circunstancias y objetivos financieros particulares de las personas que lo reciben.

Este documento ha sido elaborado por Portocolom Agencia de Valores S.A. con la finalidad de proporcionar información general a la fecha de emisión del informe y está sujeto a cambio sin previo aviso.  Portocolom Agencia de Valores S.A. no asume compromiso alguno de comunicar dichos cambios ni de actualizar el contenido del presente documento. Ni el presente documento ni su contenido constituyen una oferta, invitación o solicitud de compra o suscripción de valores o de otros instrumentos o de realización o cancelación de inversiones, ni pueden servir de base a ningún contrato, compromiso o decisión de ningún tipo.

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