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Nada sucede hasta que algo se mueve

Nada sucede hasta que algo se mueve

La semana: 22 de septiembre 2020

Mientras que el mundo se acerca al millón de fallecidos oficiales por Coronavirus, la crisis sanitaria se ha ido deteriorando en toda Europa en los últimos días, donde sobrevuela la amenaza de que tanto gobiernos como autoridades locales vuelvan a optar por el confinamiento de la población como única medida para evitar la propagación del virus. Atendiendo a la métrica que recomienda la OMS para ver la evolución del virus en cada país, la de casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, España y Francia destacan negativamente muy por encima del resto de países europeos. En España (300 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días), la Comunidad de Madrid ha impuesto restricciones a la movilidad en ciertas áreas que afectan a más de 850.000 personas. En Francia (192 casos por 100.000 habitantes) los positivos diarios no dejan de crecer, y ya es obligatorio el uso de mascarillas en los puntos con más incidencia del país, junto con mayores limitaciones en locales de ocio y eventos culturales. En Reino Unido (70 casos por 100.000 habitantes) con menor incidencia respecto a España y Francia, se ha incrementado el nivel de alarma del Covid a 4 sobre 5, y se esperan nuevas restricciones. No todo son malas noticias, puesto que países como Italia (34 casos por 100.000 habitantes) o Alemania (25 casos por 100.000 habitantes) parecen tener la pandemia algo más controlada que sus homólogos europeos. En este contexto, la OCDE ha presentado sus perspectivas económicas donde confirma que la recuperación dependerá del virus, el comportamiento de la gente y, en última instancia, la confianza. El organismo internacional proyecta que la contracción del PIB mundial se sitúe en un -4,5% anual en 2020, frente al -6% anual previsto anteriormente y rebaja en 0,2 puntos porcentuales (p.p.) el crecimiento estimado en 2021 hasta un 5% anual (vs. 5,2% en junio de 2020). China y EE. UU. son los países que más mejoran y los países emergentes se llevan la peor parte (sobre todo India y México) porque revisan la mayoría a la baja. Lo más importante será la evolución de la enfermedad y en este sentido, según una compañía especialista que sigue el avance de los estudios médicos para lograr una vacuna, la probabilidad de que tengamos una vacuna de forma extensiva en el primer trimestre del próximo año ha bajado del 70% de hace un mes a un 54%.  Puede que sea necesario hasta finales de 2020 o principios de 2021 para empezar a vacunar a los grupos de riesgo y que se extienda al resto de la población a lo largo de 2021.

El incremento de casos de coronavirus y las posibles nuevas medidas de confinamiento ha vuelto a agitar la renta variable global, y muy especialmente el Ibex habiéndose intensificado las caídas en los dos sectores más castigados en la crisis actual: el financiero y el turismo. Algunos de los principales emblemas del índice español, BBVA, Banco Santander, IAG, Telefónica y Mapfre han vuelto a registrar nuevos mínimos anuales retrocediendo en torno a un 55% en 2020. Estos números negativos contrastan de manera considerable con los que se pueden visualizar al otro lado del Atlántico en los índices norteamericanos, incluso también con otros índices europeos y asiáticos. Desde hace años, desde Portocolom se ha propuesto, en la medida de lo posible, infra ponderar la exposición a la renta variable española tanto por su elevada dependencia de Latinoamérica en muchas de las compañías insignias del país, así como de la sobreexposición al sector bancario, sector que ha estado, está y estará muy afectado mientras los tipos de interés permanezcan en los niveles actuales.

En otro orden de cosas, este lunes, la ONU conmemoraba su 75 aniversario con una cumbre internacional telemática por la situación de la pandemia. La organización, no pasa por su mejor momento, cuestionada por políticas unilaterales de sus miembros, y con dificultades para responder ante problemas globales como la pandemia o la crisis climática.  En ese sentido, destacaba la ausencia del presidente estadounidense, Donald Trump, quien iba a abrir las intervenciones en representación del país anfitrión y primera potencia mundial, pero que finalmente no envió su mensaje y delegó en una diplomática de rango menor. Justo el sábado pasado, el Gobierno Estadounidense dio unilateralmente por restablecidas todas las sanciones internacionales contra Irán, y avisó de que adoptará medidas, además de amenazar a los miembros de la ONU que se opongan. Así pues, el aniversario de la ONU estuvo plagado de discursos respaldando el multilateralismo, pero con pocas ideas concretas sobre la mesa. Entre los grandes desafíos de la actualidad ha señalado la desigualdad de género, el cambio climático, la pérdida de biodiversidad, el aumento de la pobreza, el crecimiento del odio, la escalada de las tensiones geopolíticas, la amenaza que siguen suponiendo las armas nucleares o los problemas que plantean algunas nuevas tecnologías. También ha habido demandas específicas, por ejemplo, que la futura vacuna y los tratamientos contra el covid19 sean reconocidos como «bienes públicos globales». Naciones Unidas es una institución con mucha influencia y que representa lo mejor de la humanidad: la creencia que todos merecemos una dignidad básica, y que trabajar juntos es la mejor, y la única, forma de conseguirlo. Setenta y cinco años después de su nacimiento, el mundo, y especialmente EE. UU., debería recordar esos objetivos comunes.

Por último, y desde un plano regulatorio, en España, la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso de los Diputados aprobó el 17 de septiembre el Proyecto de Ley para la Transformación Digital del Sistema Financiero, cuyo objetivo es la creación de un sandbox (espacio controlado de pruebas) para facilitar y supervisar la transformación digital del sistema financiero, permitiendo realizar proyectos tecnológicos innovadores dentro de un marco legal seguro y más ágil, que garantice el correcto desarrollo de los proyectos, antes de su comercialización y, por lo tanto, sin que afecten al consumidor final. El sandbox permitirá que España se sitúe a la vanguardia en el ámbito de la regulación Fintech y que el sistema financiero español sea más competitivo, atrayendo talento e inversores, a través de proyectos innovadores. La patronal calcula que este espacio de pruebas podría generar 5.000 empleos en los próximos dos años y atraer 1.000 millones de euros de inversión, una vez que se produzca la aprobación definitiva de la ley por el Senado.

Impacto:

Si en marzo conocíamos la intención de Amazon de invertir en cuatro proyectos de energía renovable (eólica y solar) en Australia, España, Suecia y USA con el objetivo consumir un 80% de su energía procedente de energías limpias, ahora ha anunciado la inversión en cinco empresas más persiguiendo su compromiso con ser neutral en carbón en 2040. Las compañías están relacionadas con el reciclaje de baterías de litio (Redwood Materials), reciclaje de CO2 (CarbonCure Technologies) software para el mercado de créditos de carbono (Pachama), el fabricante de coches eléctricos Rivian y tecnología aplicada a motores (Turntide Technologies). Tanto CarbonCure Technologies como Pachama también han sido respaldados por el fondo de Bill Gates y por Shopify.  Además, Amazon ha anunciado que tratará de involucrar en este tipo de inversiones a los firmantes del Climate Pledge que lanzaron en 2019 junto con Global Optimism para cumplir con los compromisos establecidos en el Acuerdo de París. Entre los firmantes están Infosys, Verizon y Mercedes- Benz.

El faro de los mercados:

Desde comienzos de septiembre la magia de ciertas compañías tecnológicas parece haber desaparecido: Apple ha corregido en las últimas dos semanas un 20% desde sus máximos de comienzos de mes, aunque nadie puede obviar la realidad: una subida del 40% en lo que llevamos de año pese a la corrección reciente. En el caso de Amazon la corrección desde sus máximos de comienzos de este mes es del 17%, acumulando todavía una revalorización en lo que llevamos de año del 65%. La pregunta que cabe hacerse es ¿estamos asistiendo a un cambio en el sentimiento de los inversores? Un buen indicador suelen ser los sucesivos comportamientos de los mínimos y los máximos en los vaivenes de los mercados. Hasta septiembre veíamos sucesiones de máximos y mínimos crecientes (tradicionalmente se asociaba a la entrada de dinero aprovechando cualquier mínima corrección). Desde comienzos de septiembre se ha producido un giro: encontramos una sucesión de máximos y mínimos decrecientes (tradicionalmente se asociaba con mercados donde los inversores aprovechaban los rebotes para vender). Y resaltamos la importancia de la palabra “tradicionalmente” ya que, desde hace unos años, el comportamiento de la renta variable viene adulterado por las políticas monetarias de los bancos centrales. Unos bancos centrales muy conocedores de los mercados, y que cuentan con herramientas (anuncios de nuevas medidas expansivas) para despejar las posibles dudas que en un determinado momento puedan tener los inversores. A falta de seis semanas para las elecciones norteamericanas, no parece el mejor momento para muchas actuaciones, salvo que el escenario se deteriore de forma significativa. Por ello, y aunque no es previsible una corrección como la vista en marzo ante un posible rebrote del Covid 19, habrá que estar muy atentos a lo que pueda suceder en la parte final de septiembre y primera mitad de octubre.

La noticia amable:

El pleno del Parlamento Europeo ha pedido que las emisiones contaminantes del sector marítimo sean tenidas en cuenta en el sistema europeo de comercio de derechos de emisiones (ETS, por sus siglas en inglés), del que ya forman parte otros sectores de consumo energético intensivo o la aviación comercial. El Parlamento Europeo ha pedido más ambición en el compromiso climático del transporte marítimo y apuesta por un objetivo de reducción de emisiones contaminantes para el sector de “al menos un 40% de aquí a 2030”. También ha reclamado la creación de un “Fondo para los Océanos” para el periodo 2022-2030, que esté financiado por los ingresos de la subasta de derechos de emisión en el marco del mercado europeo, para que los buques sean más eficientes desde el punto de vista energético. Según la Asociación de Navieros Españoles, el transporte marítimo ha mejorado su eficiencia energética (medida como gr CO2 equivalentes /t x milla transportada) entre un 21% y un 29% desde 2008 (año fijado como referencia). Lo que parece confirmar que será factible cumplir con el primero de los ambiciosos objetivos que se fijó la Organización Marítima Internacional (OMI) en 2018: reducir las emisiones específicas del transporte marítimo en un 40% para 2030. Pero para cumplir el segundo objetivo, que es el de reducir las emisiones absolutas del sector en un 50% para 2050, también respecto de 2008, será imprescindible desarrollar y aplicar con generalidad nuevas tecnologías o combustibles alternativos con cero emisiones, y que comiencen a incorporarse a los buques lo antes posible, deseablemente dentro del presente decenio.

La frase:

Y nos despedimos con una frase del escritor uruguayo Mario Benedetti: “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron las preguntas”