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Ciertos gobiernos juegan al límite

Ciertos gobiernos juegan al límite

El frente geopolítico ha acaparado las portadas en los últimos días. En el tenso enfrentamiento entre la OTAN y Rusia por Ucrania, parece que Rusia está mucho más comprometida con su causa que la OTAN con la defensa de la soberanía ucraniana. El presidente ruso, Vladimir Putin, exige que la OTAN prometa no expandirse en más países de Europa del Este que limitan con Rusia. La OTAN, encabezada por Estados Unidos, rechaza la demanda de Putin con el argumento de que todos los países tienen derecho a decidir su propio destino. La proximidad de silos nucleares cerca de Rusia da una ventaja crucial a los países de la OTAN reduciendo el tiempo de reacción de las autoridades rusas a pocos minutos. El deterioro durante los últimos años de las relaciones de EE. UU. con el Kremlin contribuyó a la eventual remilitarización de Rusia y adicionalmente acercaron a Rusia y China que habían estado distanciadas durante décadas. El desenlace más probable, tras los últimos mensajes no explícitos de Rusia, es el reconocimiento por parte de Rusia de Donbás y Crimea como países independientes con el pretexto de crear un colchón de seguridad entre Rusia y Ucrania. Las miradas parecen estar puestas en el 16 de febrero, fecha clave según diferentes medios norteamericanos para un posible ataque. No obstante, en las últimas horas las noticias parecen ser más positivas con una retirada parcial de las tropas desplegadas en la frontera por parte de Rusia. Es probable que al final se alcance una solución por la vía diplomática, pero también existe el riesgo que cualquier error puede encender la mecha bélica.

China por su parte no pierde ojo sobre lo que está sucediendo en el tablero europeo. Su anhelo por Taiwan no marchita. Una China que ve como su economía se desacelera más de lo previsto, en gran parte debido al frenazo del sector de la construcción. En un estudio conjunto entre el Instituto de Investigación Ant y la universidad de Pekín, aseguran que las PYMEs Chinas vieron su beneficio operativo reducido en el último trimestre del año a un 30,6% del mismo período en 2019 (venían de un tercer trimestre en el que el beneficio operativo había sido un 36,1% en comparación al de 2019). Estos datos confirmarían la bajada en la contratación de un 40% en el último trimestre del año, puesto que las pymes suponen más del 50% de los puestos de trabajo en China. Veremos cual será la respuesta de las autoridades a esta ralentización, pero probablemente tengan que anunciar medidas expansivas en las próximas semanas si no quieren reportar un dato del primer trimestre de 2022 que confirme los miedos existentes.

En el escenario económico, la inflación sigue acaparando titulares. En España el IPC anual de enero ha sido del 6,1% frente al 6,0% esperado y al 6,5% anterior. Es un dato históricamente alto pero que refleja una desaceleración respecto al mes anterior. Las tensiones en el mercado del petróleo no facilitan las expectativas en el corto plazo. Por el contrario, la tasa subyacente, que excluye productos energéticos y alimentos no elaborados, en el mes de enero se situó en el 2,4%, por encima del 2,1% del mes de diciembre. El viernes pasado en EE. UU. también se publicó el dato de inflación del mes de enero, sorprendiendo de nuevo al alza y situándose en el 7,5% respecto al 7,3% esperado y el 7% anterior. Es el dato más alto en cuarenta años y es un hecho que la Reserva Federal comenzará a reducir estímulos monetarios con mayor intensidad y más rápido de lo inicialmente previsto por el mercado.

Y los temores a la inflación, y en especial a una subida generalizada de los tipos de interés se están dejando sentir en los mercados de renta fija. Si en diciembre de 2020 se registró el mayor volumen de deuda global ofreciendo rentabilidad negativa: 18,38 billones de dólares, la intensificación de discursos relativos a endurecimiento de políticas monetarias (con el fin de controlar los altos niveles de inflación) ha provocado importantes repuntes de los rendimientos de los bonos, reduciendo el volumen de deuda con rentabilidades negativas por debajo de los 4,75 billones de dólares. En Europa, hay que destacar los movimientos de los bonos periféricos. España por ejemplo en diciembre de 2020 cobraba por la deuda a 10 años y actualmente sólo los bonos por debajo de 3 años están con rentabilidades negativas. Estaremos atentos cómo hacen frente los Gobiernos este incremento de su coste de financiación.

Impacto:

La semana pasada la administración norteamericana de Joe Biden anunció la inversión de 5 billones de dólares durante los próximos 5 años destinados al desarrollo de infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en las carreteras interestatales. Estos fondos están disponibles bajo la ley bipartidista de infraestructura nacional para vehículos eléctricos. Esta ley asignará 7,5 billones de dólares para el desarrollo de una red de cargadores de vehículos eléctricos, con el objetivo de contar con 500.000 cargadores para 2030. En agosto del pasado año Biden firmó una orden ejecutiva en la que se establecía el objetivo de que la mitad de las ventas de vehículos nuevos en EE. UU. debían ser eléctricos para 2030. Lo que hizo el presidente es llegar a un acuerdo no vinculante con los tres mayores fabricantes de automóviles del país, sin establecer una fecha límite para eliminar gradualmente los vehículos con motor de combustión o una ley que obligue a ello. Esta es quizá la diferencia más importante con respecto al Pacto Verde de la Unión Europea, que sí ha creado un marco legislativo para eliminar de facto los coches nuevos con motor de combustión en el año 2035. Hace un siglo EE. UU. marcó el comienzo de la era moderna de la industria automovilística, y ahora intenta liderar la revolución de los vehículos eléctricos y tomar la delantera a China. ¿quién lo conseguirá antes, Europa o EE. UU.?

El faro de los mercados:

2022 no está siendo, por el momento un año fácil, para los inversores. Al previsible cambio de escenario en el escenario de tipos de interés se le une el tensionamiento geopolítico entre Rusia y los países de la OTAN. Algo que está provocando un aumento de la volatilidad en el corto plazo. Y lo que es peor, generando un escenario binario. O hay conflicto bélico, o hay solución por la vía diplomática. Nosotros vemos más probable la segunda. Con un conflicto bélico todos pierden. Pero hay que tener un plan de emergencia alternativo por si nuestras previsiones fueran erróneas. Y ese plan pasaría por una reducción sensible del riesgo, a través de una reducción de la exposición en renta variable, reposicionamiento en renta fija desde crédito corporativo hacia bonos soberanos, un aumento de los activos refugio (liquidez e incluso oro) y mayor exposición hacia el USD. Por el contrario, una previsible y paulatina reducción de las tensiones (tal y como parecía suceder la semana pasada), se traduciría en un movimiento que favorecería los activos de riesgo. Es cierto, que todavía nos quedaría el riesgo derivado de las actuaciones de los bancos centrales para frenar la inflación. El riesgo de medir mal y errar en su política no es pequeño, dada la complejidad de los factores que han disparado la inflación. Pero es posible que también se estén exagerando los temores en cuanto a tipos de interés, ya que el momento del ciclo apunta ya hacia una desaceleración, y quizás las posibilidades de subir tipos al ritmo que se está hablando no sean reales. Históricamente el sentimiento de los inversores se mueve como un péndulo pasando de extremo a extremo. Y del optimismo desenfrenado del 2021 hemos pasado a un pesimismo en 2022. Pero el año es muy largo y todo puedo cambiar

La frase:

Y nos despedimos con una frase de Ronald Reagan: “La gente no hace las guerras; la hacen los gobiernos”

Resumen del comportamiento de principales activos financieros (15/02/2022)

El presente informe no presta asesoramiento financiero personalizado. Ha sido elaborado con independencia de las circunstancias y objetivos financieros particulares de las personas que lo reciben.

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