La Crisis Permanente
22 de octubre de 2024
El tema de la semana:
La Gran Depresión, que se produjo entre los años 1929 y 1939 y que, entre otras cosas, provocó el cierre de miles de bancos y empresas, es considerada la mayor y más larga crisis económica del siglo XX y, para muchos, de la historia, por su gran impacto en las cotizaciones bursátiles, la economía de las familias, las altas tasas de desempleo, etc. No obstante, la Gran Depresión impulsó una serie de cambios económicos y sociales que, unido al aumento de demanda favorecido por el posterior comienzo de la segunda guerra mundial, desembocó en unos años de gran expansión económica y bienestar social cuyo impacto, en cierto modo, perdura hasta el día de hoy.
Vale, pero todo esto ya lo sabíamos y ha pasado ya demasiado tiempo desde entonces ¿no? ¿por qué hablar ahora de la Gran Depresión con todo lo que ya se ha escrito sobre ella? Porque nos ha parecido un buen “benchmark” para comparar con el periodo que llevamos viviendo desde el 2008 y que podríamos llamar La Crisis Permanente: quizás, porque podríamos decir que es una gran crisis que ha pasado por distintas fases (financiera global entre 2008 y 2009, deuda soberana entre 2010 y 2014, fragilidad persistente entre 2015 y 2019, Covid-19 entre 2020 y 2021, inflacionaria y energética entre 2022 y 2023…) no hemos sido del todo conscientes de la magnitud de la misma y del impacto que ha tenido y está teniendo en la economía, la sociedad, etc.
Porque si la Gran Depresión finalizó en, aproximadamente, diez años, este periodo que hemos llamado La Crisis Permanente dura ya más de quince y, si miramos al horizonte, teniendo en cuenta la alta conflictividad bélica y geopolítica, el fino equilibrismo en el que se siguen moviendo los bancos centrales, el aumento de las desigualdades y del malestar social, la transición energética y los previsibles cambios relacionados con la IA y la automatización, etc., no parece vislumbrarse el final.
Como comentábamos al principio, el mundo “se apoyó” en un gran detonante, como fue la guerra mundial, para dejar atrás la Gran Depresión y dar comienzo a una época de gran bonanza económica y social, y si tenemos en cuenta la situación geopolítica comentada anteriormente, el avance de los populismos, etc. parece que podemos correr el mismo riesgo y necesitar otro catastrófico detonante que sea el que nos obligue a un cambio de rumbo.
Pero, casi un siglo después y con todas las conquistas realizadas en el pasado (estado de bienestar, mayor igualdad, acceso a la educación, a un salario digno, etc.), que el pesimismo generalizado en el que vivimos muchas veces nos hace minimizar, deberíamos ser una sociedad mucho más madura y con más recursos que la de entonces para encontrar “otros detonantes” que nos hagan anticiparnos y nos lleven, por otros medios, a un nuevo periodo de bonanza económica, social, etc. similar al que se produjo tras la Gran Depresión.
Son muchos los retos que tenemos por delante para poder dar por finalizado este prolongado periodo de crisis, que no solo afecta al plano económico, sino que también afecta a la cohesión social (mayor polarización, crisis migratorias, exclusión social), a la salud (con una población cada vez más envejecida, el riesgo de pandemias, el aumento de enfermedades mentales y/o relacionadas con el estilo de vida…), el medio ambiente (cambio climático, modelos de consumo poco sostenibles….), al progreso tecnológico (impacto y adaptación a la inteligencia artificial, brecha digital, ciberseguridad…), la geopolítica (falta de liderazgo, conflictividad local y entre países, lucha por la supremacía mundial entre las grandes potencias….) a la igualdad y la sostenibilidad del crecimiento económico, etc., por lo que si queremos hacerlo, sin la necesidad de que el detonante sea un suceso traumático, parece claro que debería ser desde la innovación y la creatividad y no intentando desesperadamente mantener con vida un modelo económico y social basado en el consumismo y el cortoplacismo que desde hace años está dando señales de agotamiento y no parece tener ya mucho más recorrido.
Seguramente, haya otros caminos, pero un cambio de modelo y un giro real y en el más amplio sentido hacia la sostenibilidad, parece el mejor detonante para que este periodo que hemos llamado Crisis Permanente pueda adoptar en el futuro un nombre mucho más amable, pero también menos traumático, en los libros de historia.
El faro de los mercados:
Nueva semana con saldo final positivo entre los principales índices bursátiles, si bien en esta ocasión las ganancias fueron limitadas con la excepción del Ibex 35, que se ha anotado una revalorización del 1,75%. En Estados Unidos el S&P 500 subió un 0,85% y marcó su 45º máximo histórico del año en los 5.879,26 puntos, mientras que el Nasdaq 100 subía un 0,26%. La excepción entre los grandes índices fue el Euro Stoxx 50 que se ha visto lastrado por el peso de las compañías del sector del lujo y de ASML cuyos resultados y previsiones defraudaban al mercado llegando a ceder un 16%, lo que hizo retroceder al índice un -0,37%.
Hasta el pasado viernes han presentado resultados correspondientes al tercer trimestre de 2024, 71 compañías del S&P 500. El incremento medio del BPA (Beneficio por acción) ha sido del +3,6% vs el +5,1% que esperaba el mercado antes del inicio de las presentaciones. Por ahora el 76% mejoran los resultados estimados, el 15% no logra alcanzarlos y el 9% han estado en línea con lo esperado. Recordemos que en el segundo trimestre la estimación era de un BPA creciendo al 9,1% y finalmente se alcanzó un +14%.
En los mercados de renta fija, los datos macroeconómicos conocidos han seguido favoreciendo el reajuste de las expectativas de bajadas adicionales por parte de la FED, dejando al Treasury a 10 años en el 4,08% (+1 pbs), prácticamente sin cambios en la semana. En Europa la bajada de los tipos de interés por parte del BCE (25 puntos básicos, tercera bajada del año), ha permitido continuar reduciendo el coste de la financiación, y de esta manera, el Bund cerró con una rentabilidad del 2,18% (-9 pbs) y el Bono en el 2,86 (-16 pbs).
El oro parece imparable en este 2024 y también marcaba un nuevo máximo histórico en los 2.737,75 USD/Oz, el cierre semanal le otorgaba una ganancia del 2,23%, y ya lleva un 31,6% en el año. Una semana más, persiste la incertidumbre en cuanto a la tendencia del precio en el mercado del petróleo, donde el Brent cedía un -7,22% para cerrar en 73,18 USD/b. Las nuevas estimaciones a la baja de la demanda global para 2024 han pasado factura al crudo que está experimentando una fuerte volatilidad en las últimas semanas, especialmente afectada por la crisis de Oriente Medio, la incertidumbre económica en China y las consecuencias del desenlace electoral en EE.UU.
En el plano macroeconómico destaquemos que las escasas referencias conocidas han tenido un impacto positivo relevante en los mercados. El BCE bajó nuevamente los tipos de interés lo que favoreció las bajadas de las rentabilidades de la deuda, además se dejó abierta la puerta para que se produzcan otros dos ajustes más antes de que finalice el año. La inflación cedía notablemente en Europa hasta el 1,7% desde el 2,2% anterior y la subyacente daba un nuevo paso en la dirección correcta al situarse en el 2,7% tal y como se esperaba. En EE.UU. lo más destacable fue el dato de ventas minoristas que sorprendió al alza subiendo un 0,4% frente a la estimación del 0,3% y al 0,1% anterior, una muestra más de la salud de la demanda interna estadounidense, y que ha llevado al mercado a reducir en 60 pbs sus previsiones de tipos para diciembre de 2025, desde un 2,80% hasta un 3,40% actual. Además, con los últimos datos conocidos, la FED de Atlanta ha elevado su previsión del PIB estadounidense del 3Q24 hasta el 3,4% (3,2% anterior).
La semana en curso será nuevamente parca en referencias macroeconómicas. Destacamos los PMIs en Europa y EE.UU., junto a la presentación del Libro Beige de la FED que nos indicará el estado de la salud y las expectativas existentes sobre la economía estadounidense. En China se han vuelto a bajar (ayer lunes) los tipos de interés de los préstamos preferenciales a 1 y 5 años en -0,25%, dato algo mejor de lo que estimaba el mercado.
La frase:
Y nos despedimos con la siguiente frase de Cesare Pavese, escritor italiano: “Si deseas viajar lejos y rápido, viaja ligero. Quítate todas las envidias, los celos, el rencor, el egoísmo y el temor”.
Resumen del comportamiento de principales activos financieros (21/10/2024)

El presente informe no presta asesoramiento financiero personalizado. Ha sido elaborado con independencia de las circunstancias y objetivos financieros particulares de las personas que lo reciben.
Este documento ha sido elaborado por Portocolom Agencia de Valores S.A. con la finalidad de proporcionar información general a la fecha de emisión del informe y está sujeto a cambio sin previo aviso. Portocolom Agencia de Valores S.A. no asume compromiso alguno de comunicar dichos cambios ni de actualizar el contenido del presente documento. Ni el presente documento ni su contenido constituyen una oferta, invitación o solicitud de compra o suscripción de valores o de otros instrumentos o de realización o cancelación de inversiones, ni pueden servir de base a ningún contrato, compromiso o decisión de ningún tipo.
La información que se incluye en el presente informe se ha obtenido de fuentes públicas y consideradas como fiables, y aunque se ha tenido un cuidado razonable para garantizar que la información que incluye el presente documento no sea ni incierta ni inequívoca en el momento de su publicación, no manifestamos que sea exacta y completa y no debe confiarse en ella como si lo fuera. Portocolom Agencia de Valores S.A. no asume responsabilidad alguna por cualquier pérdida, directa o indirecta, que pudiera resultar del uso de la información ofrecida en este informe. Comportamientos de variables en el pasado puede que no sean un buen indicador de su resultado en el futuro.