Estados Unidos alcanza un principio de acuerdo con Reino Unido y China en cuanto a aranceles
13 de mayo de 2025
El tema de la semana:
Por Mario Catalá
El impacto de los aranceles todavía no se ha dejado sentir en los datos macroeconómicos estadounidenses, que obviamente están reflejando la situación previa al anuncio de nuevas tarifas por parte de Trump. Sin embargo, los indicadores de sentimiento ya muestran que tanto inversores como consumidores están anticipando cuanto menos, que se reducirá el crecimiento y aumentará la inflación, aunque sea temporalmente.
Los PMIs de abril En Estados Unidos, tanto del sector manufacturero como de servicios, se han mantenido en terreno de expansión en 50,2 y 50,8 respectivamente, pero con datos peores que los estimados, mientras que el dato provisional del PIB del primer trimestre de 2025, se adentra por primera vez en muchos trimestres en terreno negativo al contraerse un -0,3% (frente a la expansión prevista del +0,2%), lo que haría entrar a la economía estadounidense en recesión técnica. La balanza comercial (exportaciones netas -4,8%) ha sido uno de los principales responsables, junto al gobierno federal al reducir el empleo público. Las ventas minoristas por su parte mejoraban en marzo las previsiones al crecer un 1,4% frente al 1,3% previsto y el 1% anterior, sin embargo, es más que probable que el dato esté afectado por compras anticipadas para evitar el sobrecoste de los aranceles. Por último, las expectativas siguen muy negativas para el consumidor según el dato de la “Conference Board”, que volvió a caer hasta una lectura de 86 (desde el 93,9 anterior), lo que corrobora el sentimiento negativo de los ciudadanos.
En Europa seguimos con un tono macroeconómico moderadamente optimista, con unos PMIs que mantienen la buena tendencia en el sector manufacturero (49 vs 48,6 anterior) al mejorar tanto al dato anterior como a las previsiones. El sector servicios se ha mantenido en zona de expansión (50,1), cuando se anticipaba una caída mayor (49,7 estimado). El PIB creció por encima de lo que esperaba el mercado para el cuarto trimestre de 2025, con una subida del 1,2% frente a una estimación del mercado del 1%. Eso si, como hemos visto en Estados Unidos, el efecto de los aranceles se ha hecho notar considerablemente en las encuestas de confianza. Así, el dato de confianza del inversor institucional alemán que proporciona el Instituto ZEW sufría una fuerte corrección que deja un dato de -18,5 frente al 39,8 de hace dos meses (datos por debajo de 0 indican pesimismo en el sentimiento inversor).
Los datos publicados en China no han acabado de mostrar las potenciales consecuencias de los aranceles estadounidenses sobre su economía. Aunque los PMIs se han quedado por debajo de las previsiones e incluso el dato de servicios ha entrado en terreno de contracción con una lectura de 49, otros datos como el de producción industrial, que sigue creciendo al 6,5% (5,9% anterior), o el PIB que se ha mantenido en el 5,4% cuando se esperaba una corrección hasta el 5,2%, todavía no dan síntomas de ralentización.
La Reserva Federal se reunía la semana pasada dejando los tipos de interés sin cambios en el 4,50%. Jerome Powell insistió en que no tienen urgencia por seguir acomodando la política monetaria, teniendo en cuenta la incertidumbre económica que han generado las decisiones de la administración americana. Cierto es que los datos de IPC publicados mantenían una tendencia a la baja que podrían facilitar una relajación en la política de la FED, sin embargo, preocupa un posible repunte de la inflación por el impacto arancelario, así como una desaceleración económica derivada del menor consumo. Por ahora apoyan a la FED los buenos resultados económicos como la fortaleza del empleo, pero el PIB ya ha dado una primera señal de alarma, que favorecería una futura relajación de la política monetaria. Tras haberse llegado a descontar por parte del mercado hasta 5 bajadas de 25 puntos básicos en 2025, la calma de las últimas sesiones ha rebajado las previsiones de recortes por parte de la FED a entre 2 y 3 bajadas.
El Banco Central europeo por el contrario volvió a bajar tipos en 25 pbs en su reunión del 17 de abril, dejando el tipo de la facilidad de depósito en el 2,25%. La próxima reunión del BCE se celebrará el 5 de junio y el mercado descuenta una nueva bajada de otros 25 pbs. La economía europea crece, pero sin exuberancia, lo que unido a unos precios que parecen controlados (favorecidos además por los precios de la energía actual), y a la incertidumbre geopolítica, estaría facilitando la política expansiva continuista del BCE.
La incertidumbre generada por los aranceles durante este último mes y medio ha sido evidente en los mercados de valores, con aumento de volatilidad muy importante que provocaba caídas muy fuertes en renta variable a comienzos de abril, pero que a estas alturas ya están recuperadas en su totalidad. Sin embargo, hay una parte de la economía que no es tan visible a corto plazo, sobre la que veremos sus efectos en varias semanas/meses. Nos referimos tanto a las decisiones por parte de los consumidores como a las de los empresarios, que a nivel global, y viendo el panorama actual, es muy posible que hayan decidido levantar el pie en cuanto a realizar inversiones o a contratar personal por ejemplo. Por eso será muy importante ver las repercusiones que todo esto ha tenido en los datos económicos que se publiquen en los próximos trimestres, con una potencial ralentización económica global de fondo.
La buena noticia, al menos a corto plazo, es que Estados Unidos parece haber llegado a acuerdos importantes en el caso de Reino Unido, y al menos, ha establecido una prórroga de 90 días con China, facilitando un marco para la negociación bilateral. Con los primeros anunciaban la semana pasada un acuerdo para limitar los aranceles al 10%, centrado además en sectores concretos. En el caso de China, el pasado fin de semana comenzaron las negociaciones en Suiza, en la que se acordó un paréntesis de 3 meses durante los que se aplicarán tarifas muy inferiores. China bajará por su lado del 125% hasta el 10% para el producto estadounidense, y Estados Unidos reduce desde el 145% inicial hasta el 30% (20 puntos por encima de China pues se mantiene el arancel del 20% derivado del problema con el fentanilo). Adicionalmente se anunció un principio de acuerdo para aumentar la compra de bienes por parte de ambos países, y la reacción en los mercados no se ha hecho esperar, con subidas muy importantes en bolsa tanto en Estados Unidos como en Asia.